Autorretrato académico de 2025

Este texto nació como una presentación personal para un colega en Australia (así que la versión original es la que encontrarás en la versión en inglés de esta entrada de blog), intentaba explicarle quién soy y lo que hago para que pueda ver si podría encajar en alguna de las iniciativas que tiene su equipo en este momento… No obstante, he decidido compartirlo aquí porque, al intentar explicar quién soy y qué impulsa mi trabajo, acabé escribiendo algo que probablemente me describe mejor que cualquier biografía formal hoy.

Soy una persona curiosa por naturaleza; me resulta difícil estarme quieta en un solo «tema» o proyecto, pero sí puedo decir que mi trabajo académico siempre ha estado guiado por un profundo interés en cómo las personas, las ideas y las tecnologías se configuran mutuamente en los contextos educativos.
Esa curiosidad me ha llevado a moverme actualmente entre la didáctica, la política, la tecnología y el diseño curricular —campos que, en español, entendemos como parte de la pedagogía— intentando comprender cómo los sistemas digitales y ahora los llamados “inteligentes” (perdón, las comillas son cruciales para mí) están transformando la manera en que enseñamos, aprendemos y pensamos sobre la educación, el aprendizaje y la sociedad.

Con el tiempo, esa inquietud se ha convertido en una forma de trabajar: disfruto cruzando fronteras, conectando proyectos y disciplinas, y construyendo marcos compartidos que hagan visible la complejidad en lugar de ocultarla. Eso es también lo que me atrae de los enfoques críticos y centrados en las personas hacia la transformación digital —porque la educación, para mí, nunca trata solo de herramientas, sino de las relaciones y significados que construimos a través de ellas.

Esa búsqueda de conexiones ha dado forma a los proyectos que lidero y en los que colaboro.

En los proyectos CUTE y ahora CUTIE (University Competences for the Use of Technology in Education and Institutional Development) (cutie.unak.is), hemos explorado cómo las universidades pueden construir su propia capacidad para evolucionar —no simplemente integrando herramientas digitales, sino alineando las perspectivas pedagógicas, organizativas y éticas sobre la tecnología. A través de este trabajo, he llegado a entender el cambio institucional como un proceso de construcción colectiva de sentido, donde la estrategia y la práctica docente cotidiana se encuentran y se retroalimentan.

Esa dimensión institucional también guió mi trabajo en DigCompEdu FyA (link), donde adaptamos y contextualizamos el Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores al nivel universitario español, creando herramientas y procesos que conectan la competencia individual con el desarrollo institucional.

El proyecto DALI (Data Literacy for Citizens) (dalicitizens.eu), una iniciativa europea que concluyó a finales de 2023, amplió esta reflexión más allá de la educación formal. En DALI diseñamos y probamos enfoques de aprendizaje conectado basado en el juego para ayudar a personas adultas y comunidades a desarrollar su alfabetización crítica en datos, conectando la conciencia ética, la participación ciudadana y el empoderamiento digital. Para ello desarrollamos un Marco de Alfabetización en Datos, así como un conjunto de recursos abiertos y juegos de mesa “print & play” (toolkit.dalicitizens.eu).

DALI fue liderado por Barbara Wasson y el SLATE, su equipo en Bergen. Gracias a esa conexión, a partir de diciembre de 2025 me incorporaré —como socia internacional— al AI LEARN – Norwegian Centre for Research on Artificial Intelligence and Learning , continuando esta línea de investigación sobre cómo podemos cultivar formas de inteligencia crítica y humanamente significativas en educación.

En paralelo, mi trabajo en CoDiCri (Competencia Digital Crítica: hacia la agencia para el aprendizaje a través de prácticas educativas abiertas) examina cómo la apertura, la colaboración y la reflexión nutren la agencia en los ecosistemas de aprendizaje digital, mientras que el proyecto COPLITELE-IA, actualmente en curso, explora cómo la IA generativa y el co-diseño educativo pueden ayudarnos a repensar qué significa aprender en entornos conectados.

Estas experiencias han reforzado mi convicción de que la transformación digital en educación nunca trata solo de innovación; se trata de repensar el poder, la participación y el propósito en el modo en que diseñamos para el aprendizaje.

Junto a estos proyectos, dos líneas se han vuelto cada vez más centrales en mi trabajo:

La primera es una reflexión crítica y teórica sobre la naturaleza de la tecnología educativa como campo, y sobre la tecnología misma —sobre cómo nuestras formas de conocer, diseñar y enseñar están modeladas por los sistemas que creamos. Este interés ha guiado mis colaboraciones con investigadores como Neil Selwyn y Ben Williamson, donde exploramos cómo la investigación en tecnología educativa debe ir más allá de las visiones instrumentales para interrogar sus dimensiones políticas, éticas y epistémicas. Más recientemente, esta línea de pensamiento ha evolucionado hacia mi trabajo sobre la inteligencia artificial en educación, donde defiendo una comprensión poliédrica de la IA —una que reconozca su coexistencia como artefacto, sistema, discurso e ideología. A partir de las siete dimensiones identificadas en nuestro reciente trabajo crítico sobre la IA en educación —instrumental, ética, social/antropológica, epistemológica, ideológica, política y de mercado—, conceptualizamos la IA como un prisma a través del cual se refractan las distintas facetas de la educación. Cada dimensión invita a un tipo diferente de pregunta: sobre qué hace la IA, qué significa, a quién beneficia y cómo reconfigura nuestra comprensión del conocimiento, la agencia y la justicia en la educación.

La segunda línea es el análisis de la práctica educativa, tanto la mía como la de otros. Concibo la práctica como un lugar privilegiado para la creación de teoría: el espacio donde las relaciones complejas entre personas, herramientas e instituciones se hacen visibles. Por eso muchos de mis estudios —desde los entornos personales de aprendizaje y la alfabetización crítica en datos, hasta los marcos institucionales de competencia y el aprendizaje mediado por IA— se basan en observar cómo docentes y estudiantes diseñan, negocian y habitan sus espacios de aprendizaje. Es a través de estos casos concretos como intento comprender —y ayudar a otros a comprender— qué significa realmente la transformación educativa en la práctica.

En conjunto, estas líneas de trabajo —reflexión crítica, observación empírica y diseño colaborativo— conforman la manera en que abordo tanto la investigación como la innovación. Me mantienen en movimiento entre la teoría y la práctica, entre las instituciones y las aulas, siempre preguntándome cómo podemos construir sistemas educativos que sigan siendo humanos, reflexivos y justos, incluso —y especialmente— cuando se vuelven más “inteligentes”.

Me gusta pensar mi trabajo desde una comprensión sociomaterial de la educación y el aprendizaje: entender el aprender y el enseñar no como actividades humanas apoyadas por la tecnología, sino como entrelazamientos (entanglements) de personas, artefactos, espacios y discursos que juntos configuran lo que el aprendizaje llega a ser. Esta forma de pensar no es solo teórica para mí; emerge constantemente de mi propia práctica docente. Con mis estudiantes intento crear espacios donde podamos cuestionar cómo aprendemos, cómo interviene la tecnología en ese proceso, y cómo podríamos diseñar experiencias de aprendizaje que sean al mismo tiempo críticas y cuidadosas.

Para mí, estos no son solo ejercicios didácticos, sino actos de indagación y compromiso: maneras de vincular la teoría con la experiencia vivida, y de mantener la reflexión viva dentro de la práctica. A través de ellos intento cultivar, en mí misma y en quienes enseño, un sentido de responsabilidad compartida sobre cómo imaginamos y construimos los futuros educativos. En última instancia, mi compromiso es con una educación profundamente humana, críticamente consciente y abierta a la complejidad —una educación que no solo se adapta a los sistemas inteligentes, sino que aprende a vivir y pensar bien con ellos.

Sé que todo esto puede sonar a mucho —quizá demasiados hilos e intereses entretejidos (Muchedad/Muchness es mi segundo nombre ;-)). Pero quería darte una idea de quién soy y cómo pienso, para que puedas imaginar si algo de esto puede resultar útil para ti, para tu equipo o para el trabajo que estáis haciendo. Para mí, las colaboraciones solo tienen sentido cuando crecen a partir de la curiosidad mutua y de preguntas compartidas, y espero que este primer borrador sobre mí te ayude a vislumbrar los tipos de preguntas que podrían ayudarnos a colaborar.

Si algo de lo que lees aquí resuena contigo o despierta tu curiosidad, estaré encantada de compartir un breve texto o un ejemplo que lo ilustre —a veces es más fácil entender cómo funcionan estas ideas a través de una historia, una clase o un proyecto.

Muchedad… como siempre

Una estancia de investigación en tiempos de pandemia

Desde el pasado mes de febrero he tenido el inmenso placer de acompañar a Ximena Forero, profesora de la Facultad de Comunicación e investigadora de la Universidad de Antioquia (Colombia) en su estancia de investigación de la Universidad de Murcia. Sí, como lo leéis, ella ha hecho su estancia de investigación predoctoral en la UM en plena pandemia de CoVid-19, o al menos ese era el plan inicial. Sin embargo, su estancia empezó a ser urgente y la pandemia ha sido cada vez más impredecible, así que nuestras instituciones decidieron dar luz verde a las «estancias online»… ¿y qué significa eso? Pues esta semana la estancia ha terminado y hemos querido hacer una sesión «final» y grabar un vídeo en el que hablamos un poco sobre cómo, por qué y para qué vale una estancia online cuando no puedes hacer una de las de «viajar», esperamos que os interese, aunque sea un poquito.

Ah! y querida Ximena, ¡siempre eres bienvenida! vuelve muchas veces más… gracias por «venir»

¡soy Titular de Universidad!

Si, ha llegado el dia en que he llegado.

Me examiné le pasado día 12 de septiembre y hoy he recibido mi nombramiento como Profesora Titular de Universidad… y ¿me han cambiado el ADN?, pues no, como en el caso del doctorado sigo siendo yo… PERO ahora soy FUNCIONARIA…es decir, por primera vez en 12 años trabajando como profe a tiempo completo en la universidad ¡tengo un contrato indefinido! ¡yujuuuu!

¿Cómo se llega hasta aquí?

…es un camino agridulce… en febrero de 2015 escribí este ¿y ahora qué? en este mismo blog; después de eso, se fue el ministro nefasto, se abrió la veda y empezaron a convocarse oposiciones para contratar profesorado titular de universidad abiertas a aquellos que estuvieran acreditados por ANECA (en el caso de mi CCAA que no tiene agencia de acreditación propia) y con miras a cubrir básicamente perfiles docentes e investigadores que estuvieran cubriendo profesores a tiempo completo (es decir, no se crean plazas nuevas, solo se «cubren» de profesorado «fijo» las ya existentes). Mi departamento convocó una para cubrir un perfil de Tecnología Educativa (que yo llevo desempeñando este tiempo), y es la plaza a la que me he presentado y que ¡he conseguido!

…no hay recetas, ¿cómo lo he hecho yo? con mucho de trabajo, suerte, trabajo, compromiso, trabajo, ayuda de muchos otros, trabajo, atrevimiento, trabajo, sacrificio, trabajo, leer, trabajo, reirme, trabajo, aguantar, trabajo, familia, trabajo… mucho de todo…

Sea esta una entrada de alegría compartida, de agradecimiento a todos los que habéis estado ahí conmigo… a los que seguís aquí… gracias.

Gracias al tribunal que valoró positivamente mis méritos.

El post anterior a este fue un agradecimiento a los que me servísteis de inspiración para elaborar el material con el que me  presenté a la plaza y en esta página (que quedará fija en el sitio) os dejo parte de mi material por si os puede ser de alguna utilidad a los que tenéis que hacer una cosa como esta.

Ya no puedo decir que esto no ha hecho más que empezar… tengo sensación de llegada feliz, pero desde luego no tengo sensación de haber terminado nada…

Espero sinceramente tener el valor para seguir, para hacer lo que debo, para ser fiel a lo que creo y para seguir mi camino.

Seguimos

Seminario de Innovación en el CEIP Ntra Señora del Carmen

Desde hace un par de años, y gracias a la intrépida naturaleza de sus maestras de Infantil (hay un maestro) que se arriesgaron conmigo, colaboro con el profesorado de infantil del CEIP Nuestra Señora del Carmen de Murcia, haciendo de dinamizadora de un seminario de innovación para el aula.

¿Y eso qué quiere decir? Que desde hace dos años largos nos reunimos una tarde con cierta frecuencia (como una vez al mes) para aprender juntos.

¿Y cómo lo hacemos? Pues la estructura de los seminarios es siempre la misma: primero, uno a uno, contamos qué hemos hecho con nuestros alumnos desde que no nos vemos (actividades “enriquecidas” con tecnología, con su planificación, cómo se nos ocurrió, problemas, resultados, etc.), los demás intentamos ayudar animando, dando la enhorabuena, o aportando cosas para solventar problemas o “mejorar” la experiencia. Después planteamos cosas que queríamos haber hecho y no hemos hecho por lo que sea, e intentamos dar solución a eso que no nos deja ponerlo en marcha para poder seguir avanzando. Finalmente introducimos un concepto, tecnología, metodología, nuevos, toqueteamos un poco y dejamos faena para el próximo dia.

¿Y cómo es el CEIP de el Carmen?

Es un centro público, de un barrio tradicional de Murcia, diverso como pocos, con casuísticas familiares MUY variopintas, con una wifi que a veces va y a veces no va, unas pizarras digitales que sí y a veces tampoco, que tenían libro de texto en infantil hace 2 años (sí, jeje, tenían…), que tienen rotación de interinos, gente más motivada, menos, que se les dan mejor las TIC, o peor… ¡vaya! un centro de lo más público… no tenemos una empresa que invierta en él, ni un sponsor… y sí, con esos mimbres hacemos (y ahí me encanta incluirme) escuela 🙂 …

Dos años después el camino ha sido estupendo… cada una de las cosas que hacen los maestros de infantil del CEIP Ntra Señora del Carmen merece una entrada (a ver si me decido y hago por fin un blog del seminario… promesa que tengo en medio).

Hoy, aprovechando el proceso de reflexión que supuso el hecho de que una representación del seminario participase en las pasadas Jornadas de Novadors, comparto con vosotros un par de testimonios de ese trabajo. Debo decir que el proceso de reflexión, las cosas de las que hablamos cuando pensábamos qué contaríamos en Novadors, fue en sí mismo un proceso de aprendizaje muy bonito (Dewey no dijo que se aprendiese haciendo, sino REFLEXIONANDO sobre lo hecho…)… y de ese proceso resultaron dos aportaciones para la sesión de pechakuchas:

En primer lugar un cuento en el que se habla del seminario como experiencia de desarrollo profesional docente:

Y en segundo lugar otro Pechakucha en Novadors en el Mª José y MªÁngeles prsentaron algunas de las actividades que hacen los niños con tecnología (el vídeo es de todos los pechakuchas de este año, a nuestras profes las tenéis a partir del minuto 44).
https://youtu.be/OkKMrVz-Gho?t=44m12s

Si queréis ver más, aquí tenéis los blogs de los profes de infantil (de los que tienen), para que echéis un vistazo a cómo trabajan de bien y bonito:

Yo he aprendido muchas cosas, bastantes más de las que aprenden ellos conmigo… y además he tenido la oportunidad infinita de contribuir… y espero seguir haciéndolo…. No en vano yo además soy parte «afectada» en este proceso…

El año pasado empezamos a contar con el respaldo de la Consejería, tengo que decir que con la motivación del grupo era más que suficiente, pero bien está que se oficialice el compromiso… Este año 2017-2018 continuamos con el seminario «respaldado» y se incorporan -felizmente- 13 profesores de primaria… es una nueva etapa y un nuevo camino…

Espero que este post sirva, además de como testimonio de otra de esas cosas que llevo «en medio», como pequeño tributo a esos maestros y maestras que han confiado en mí y que lo hacen TAN bien… es un privilegio teneros como profes… ¡Gracias a todos!

Ya os contaré…

Yo quería un sí (asuntos no educativos)

Esta entrada no habla de Educación, ni de Tecnología Educativa. Así que si no quieres, no sigas leyendo. No me lo puedo callar.

Soy colombiana. Nací en Bogotá. Soy la hija única de un padre comerciante y una madre ama de casa, de una familia con bisabuelos de estrato 0 (de regiones remotas del interior del país) que estudió semestres de música en la Universidad más prestigiosa y más cara del país. Eso significa que he visto y tengo fuertes lazos –y cariño- con casi todas las capas sociales del país… y he vivido mucho campo y mucha ciudad.

Soy la única de mi familia que vive aquí (todas las demás -si, somos mayoría de mujeres… los hombres no duraron- se quedaron allí), y hay menos gente en mi familia que haya muerto de muerte natural que por causas violentas… ¿razón? La violencia de Colombia ¿de qué grupo eran? De todos los grupos, de cada uno de ellos en diferentes momentos y medidas (la poli no ha dicho nada, todos sabemos quién fue en cada caso)… A mi familia la mató una sociedad, una forma de vida, una forma de entender la vida y la muerte fruto de décadas de guerra civil… porque una guerra entre paisanos es una guerra civil, y cuando dura más de lo que una guerra de las que tienen ese título en los libros de historia y se perpetúa, se convierte en una forma de sociedad.

No conozco ninguna generación viva en Colombia (en mi familia no hay nadie) que conozca o tenga un recuerdo nítido de lo que significa vivir en paz. Llevan (llevamos) más de 60 años matándonos.

No tengo visión política, ni mucha perspectiva, pero creo que el presidente Santos hizo una apuesta, supo darse cuenta de que esta guerra no se puede ganar (cada muerto es perder, cada exiliado es perder, cada desplazado es perder…)… así que decidió empezar a acabarla, pero además decidió (soy consciente de que no es ÉL solo) que esa apuesta debía ser una apuesta de todos los colombianos, que tenían que responsabilizarse de una cosa TAN gorda.

El tratado de paz con las FARC era una apuesta ambiciosa; era aceptar que no han perdido, que no podemos –ni pueden- ganar, pero que aún estamos a tiempo de dejar de perder… todos. NO era la paz, pero era un paso inédito hacia ella. Y eso implicaba dinero, inversión, cesiones, reintegración de terroristas, muchas cosas… cosas que iban a exigir a los colombianos –sobretodo a los que viven en Colombia- sacrificios grandes y difíciles, y, lo más difícil, solo manifestarían sus “bondades” en un largo plazo que a lo mejor no verían… o porque ya son mayores, o porque tienen que ver con las futuras generaciones, o porque antes les mataría el hambre, la delincuencia común o alguno de los otros grupos titulares de esa guerra. Además implicaba un paso… habría que seguir haciendo más pasos, con más sacrificios, más gasto y más incertidumbre…

¿Lo veis? El argumento para el #Sí era una única palabra, es una sílaba, es una idea… y encima una idea que nadie ha tocado, ni conoce sus ventajas, … PAZ… que si no sabes lo que es, suena casi frívolo. Sin embargo el argumento para el #No está plagado de miedo, de oscuridad, de venganza disfrazada de justicia, de dinero que “no tenemos” para “gastar”… de inseguridad, de tristeza, de guerra… porque la guerra y la violencia se venden mejor, tienen más palabras, hacen más ruido…

Yo no vivo en Colombia, decidí no envejecer allí cuando tenía 5 años, aunque me fui definitivamente con 17. Sé que el precio del tratado era alto, y especialmente alto para los colombianos que viven allí y que están dispuestos a vivir y morir por el país, por eso no creo tener legitimidad para votar ese tratado. A mí solo me afecta en cosas que no me tocan la piel, solo las entrañas, pero sé que sin piel no hay entrañas, así que creo firmemente que eso lo debe decidir quien se deja la piel…

Y han decidido más de la mitad de los votantes, que no… y no puedo evitar volver a ver el abismo… y dejar de ver la leve lucecita al final del túnel que veía hace unos meses… Y ahora lloro por eso.

Lo siento Colombia. Lo siento de veras.

Mi nube de intereses

Uno de mis buenos propósitos de año nuevo es participar -a poder ser como algo más que un lurker- en el MOOC de PLEs del Educalab… ya sé que parece mentira que ande yo en un MOOC, pero este promete ser un C-MOOC y es precisamente esa C y los profesores que asumen este reto, lo que me ha animado a apuntarme. Bueno, pues en ese MOOC me han pedido que me presente con una nube de intereses… y aquí estoy… Lo que pasa es que cuando haces una nube, a veces, te sorprendes… y este ha sido el caso. Esta es la nube de TAGs de mi blog…

Mi nube de intereses

Seguramente es muestra de lo que más me importa… o de lo que creo interesante para contar en el blog: Me gusta que aparecen muy grandes mis estudiantes (alumnos) y mi clase -yo soy profe y me encanta-, además me gusta que aparece grande la palabra amigo (confieso que he quitado algunos nombres propios de la nube) pero es que los amigos hacen mejores mis clases y hacen que las paredes de mi clase en la U. de Murcia sean sólo anecdóticas… Parezco un poco dispersa… o simplemente rollera… jeje, en cualquier caso esta es la nube de mi blog… es una foto y en las fotos sale mucho de lo que eres… podría hacerme una foto «de estudio», una nube «ad-hoc», pero vamos a dejar esta… cara lavada ;-). Me hubiera encantado hacer una de mi TL de twitter (publicaciones menos pensadas y más cotidianas), pero no he conseguido hacerla… :-/ Si alguien tiene una idea de cómo hacerla, que me lo diga por favor

¡Feliz Navidad! – Merry Christmas!

¡Feliz Navidad 2010! Merry Christmas!
I’m so lucky for having all of you in my friend’s list,
Thank you for made my life happier this 2010
and for being here sometimes this year…
I have a small good wish for you (in the card ;-)) because I know this year has been a bit difficult for some of us…
the warmest hug in this Christmas…
MERRY MERRY CHRISTMAS FOR ALL OF YOU!!

Porque soy muy afortunada por teneros en mi lista de amigos
gracias por pasaros por aquí de vez en cuando
y por hacer mi vida más feliz en 2010
Mi mejor deseo para las navidades de un año que ha sido difícil para muchos de los que tengo cerca, os lo dejo en la tarjeta
y os mando un abrazo grande de Navidad
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

Vuelta al trabajo

NO sé si me habéis echado de menos…
La verdad es que llevo muchos meses sin trabajar aquí dentro de estre Blog. Pero he de decir que no ha sido, ni mucho menos, falta de nuevas informaciones en la red… ha sido falta de tiempo… ese que se supone que se flexibiliza con la aparición de las TIC, lo cual es una falacia, en realidad lo único que pasa es que aumenta la velocidad, pero nuestro día sigue teniendo 24 horas…
Bueno, menos quejas y mès traballar… vamos a ver si continuamos.
Bienvenidos de nuevo.

Blog educativo de calidad

El mundo blog (y este texto es una buena muestra) vive una época de expansión de la que, a los que nos gusta eso de expresarnos y oir a los demás, nos congratulamos. Bien es cierto que cuando hablamos de blogs en la educación siempre se quedan algunas preguntas en el tintero: ¿cómo los puedo usar? ¿de quién me debo fiar? ¿quién me puede guiar? ¿cuáles de tantos?
Las respuestas a esas preguntas no son únicas, y criterios hay muchos e indicadores otros tantos, sólo que ahora nos echan una mano… ya existen los premios para los mejores blog educativos. Parece ser que los provenientes del mundo Inglés (angloparlante) ya llevan dos ediciones, y acaban de convocar los de este año… Los Edublog awards.
Pero además, me he enterado que en el espacio iberoamericano (español y portugués) también se han convocado unos, aunque eso sí, el año pasado hicieron su primera convocatoria… evidentemente más modestos… Los Blopes.
echad un vistazo si queréis… aunque si he de decir la verdad, creo que este tipo de listas nos dan algunas pisticas, pero poco más… al final cada uno decide qué quiere leer, qué perspectiva y estilo le viene mejor y dónde pone sus ojos…