twitter adiction

Llevo meses diciendo que tengo que hacer un post dedicado expresamente al twitter y a cómo me he convertido en twitter-adicta. Pues bien, el momento es hoy.

Del twitter tuve noticias en una conferencia de Jordi Adell que vi en la red allá por mayo de 2007. En ella, el autor comentaba someramente lo que era el twitter y hablaba además de la twittervisión, comentando además cómo, ésta última, era uno de esos inventos adictivos de la red que hacen alarde del poder de la Internet para ver cosas en tiempo real (recuerdo incluso que comentó lo impactante que había sido ver en la twittervisión las reacciones del mundo entero -en tiempo real- a la matanza del Virginia Tech), ahora, recuerdo también que en aquel momento comentó que no le había visto mayor “utilidad”, pero que eran inventos que resultaban… ¿cómo decirlo?, “curiosos”.

Evidentemente lo busqué, me di de alta, exploré un poco y… nada… efectivamente nada interesante pasó, muy a pesar incluso de que en un congreso (Microlearning 2007), tuve mis primeros followers y followeados, y twiteamos algo, pero nada más… así que abandoné mi empeño y olvidé a twitter… hasta este pasado 2008, cuando en el TICEMUR de este año Jesús Salinas me dijo lo útil que le estaba resultando para “seguir” pistas interesantes de cosas interesantes… así que volví a intentarlo… y me quedé :-).

Twitter es una herramienta de lo que consideramos como “Microblogging”, en la que bajo la pregunta ¿What are you doing?, y con sólo 140 caracteres disponibles por vez (1 twitt=140 carac. Máx. ), gente muy variopinta cuenta lo que hace en ese momento y pone sus pensamientos más fugaces y espontáneos en red. Tu línea de twitts puede ser privada (sólo me ven con permiso mío) o pública (me ve quien quiera verme) y la gente puede suscribirse a tu línea de twitts, de manera que en su página se mezclan tus twitts con los suyos en orden cronológico, y a la vez tu puedes seguir a quien quieras y ver lo que está haciendo.
¿Y eso qué interés tiene? Pues, básicamente depende de la red de gente a la que accedas, de su calidad y del interés que tenga lo que esa gente twitea para ti.

Os hablo de mi experiencia actual de twitter. Twitter es, en mi caso, una herramienta de trabajo, trabajo no denso, pero trabajo. Actualmente sigo a gente que es de enorme interés intelectual para mi (gurús de las tecnologías, pedagogos, sociólogos, profesores, maestros, ingenieros, “key people” y amigos que además cumplen alguna de las anteriores características); algunos de ellos también me sigue a mí, otros saben que les sigo (siempre que empiezas a seguir a alguien esa persona recibe un mensaje), pero ignoran quién soy y no les interesa en absoluto; resúmen, las relaciones en twitter son ASIMÉTRICAS. De todos ellos obtengo información sobre qué es lo que leen, prueban, en qué congreso andan y a quién oyen (y lo que les parece), o simplemente aquello que curiosean en la red, y de lo que normalmente suelen dejar el enlace o la referencia. Es como tener un ojito en lo que leen y “piensan” los que tú crees que son los más interesantes, saber lo que lee Downes, Attwell, Willey, Reinghold, Salinas, Adell… información que no tendrías, bien porque es corta –o light- y no la pondrían en sus blogs, o bien, porque nunca te lo contarían a ti que no te conocen de nada. Tener un poco de sus miradas para ti… y gratis!

Pero además es un sitio donde publicas pequeñas cosas que te llaman la atención de la red y de la vida… es un instrumento precioso para aquellos a los que no sólo nos gusta explorarlo todo, y oír a los que exploran con más conocimiento que nosotros, sino que nos encanta comunicar nuestro entusiasmo por lo que encontramos. Cosas chicas y grandes, cosas que no posteas en el blog porque no tienes tiempo, pero que sí pones en un minimensaje (twitt) con un enlacito para enganchar a los perdidos que te siguen.

Podría decirse que es un propagador de entusiasmos.

Aparte sirve para más cosas, a veces hay alguna discusión sobre asuntos intensamente interesantes, o simple y gustosamente veniales; a veces nos enteramos de los éxitos y bajones de los otros twitters, y hasta de la cena de algunos :-). Además hay diversas herramientas que pueden añadirse a los twitts y “enriquecer” la experiencia, las dos que más me gustan son twittpic (fotos) y blip.fm para tuitear música (y que nos ha desvelado DJs impresionantes de éxito internacional)… y mil y una tonterías :-), pero eso le da un poco de sal y gusto a la “relación”.

En fin, como veis, enganchada.

No os asustéis, algunos twitean más y otros menos (pero eso como hablar… yo no paro ;-P), básicamente en función del tiempo que estés ante el ordenador (o con el iPod o el iPhone), pero cada uno marca su ritmo ante lo que va viendo… hay gente que tiene 1000 followers o que sigue a 200 personas, otros seguimos a menos, pero les seguimos con fruicción.

¿Y esto en la educación cómo cuadra?

Pues cuadra enmarcado en el PLE (Entorno Personal de Aprendizaje) de cada uno. En mi caso supone, ahora mismo, una de las partes más interesantes, activas y sugerentes de mi PLE. ¿y sirve para todos? NO, evidentemente; pero eso como todas las herramientas.

Insisto, me encanta. Os invito vivamente a usarlo… a ver si nos vemos en el twitter :-). Si os interesa, en el twiter también soy: lindacq

Por cierto, del twitter se está hablando mucho en la red, hay muchas herramientas alrededor y ya hay incluso estudios sobre él; si queréis echar un vistazo, aquí están mis bookmarks en delicious con contenido relacionado con el twitter, no hay muchas, pero son hilos para tirar :-).

Un comentario en «twitter adiction»

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