Dos frases célebres de la mano de Wiley

Hoy vamos con algo light.
Hoy he visto una de las últimas presentaciones de David Wiley, cuyo enlace fue oportunamente twiteado por Tim O’Reilly y visto por mi (un dia tenemos que hablar del poder de twitter :-), el penúltimo juguetito)

La presentación en cuestión es buenísima, al menos a mi me gusta mucho. Incluye algunas de las ideas que le oímos en el último congreso EDUTEC 2008 que se celebró en Santiago de Compostela, en donde estuvo en una de las conferencias plenarias… pero hoy, si me he detenido en la presentación en cuestión fue, además de por Wiley en sí mismo, por algunas frases célebres que utilizó en la misma y que se referían a la enseñanza superior… a la Universidad para ser más exacta…

En particular 2 especialmente llamativas para mi. La primera de Buckminster Fuller decía algo así como:

«Nunca cambiarás nada luchando contra la realidad existente, si quieres cambiar algo, crea un modelo nuevo que haga el modelo anterior obsoleto»

Y estaba pensando que es una evidencia… que al final los grandes pasos -especialmente en tecnología- no han sido dados por grandes inventos, sino por la reconstrucción de modelos mejores en momentos justos…

Por ejemplo, vámonos a los clásicos. Probablemente una de las revoluciones referidas a la tecnología de la comunicación que más impacto ha causado en la historia de la humanidad – y que se reflejaría seguidamente en el conocimiento- fue la imprenta de Gutenberg.

Pero lo cierto es que Gutenberg no inventó la imprenta (cuyo antecesor, la máquina de xilografía, existía desde el Siglo IV), era un concepto antiguo. El verdadero logro de Gutenberg fue la mejora de cuatro elementos básicos para la impresión. Por un lado los tipos móviles (que ya habían sido incluidos en la imprenta en 1045 Bì Shēng en China), para los que consiguió crear un molde que permitía fabricarlos de forma precisa, y en grandes cantidades, y además creó una aleación de plomo, estaño y antimonio para fabricarlos más resistentes y definidos. Por otro lado, la imprenta con encuadernación, en la que buscó un punto intermedio entre la ligereza de las imprentas ya existentes y la extrema dureza de las prensas encuadernadoras; y por último, el uso en los libros de tinta oleosa (que también inventó Gutenberg) y de papel del trapo, que había sido descubierto por un funcionario chino -T’sai Lun- en el año 105 y traído a Europa por los Egipcios en el siglo VIII, pero que, hasta la época de Gutenberg (con el excedente de tela y harapos a consecuencia de la peste negra), no se popularizó.

Los libros baratos aparecieron hacia 1450 y en poco tiempo se había impreso miles de ejemplares que convirtieron al libro en el mejor canal para comunicar a los demás tu punto de vista. Casi cualquiera podría poseer y usar uno.

Lo mismo con la videocoonferencia, lo mismo con la web incluso(o el concepto de lo que es la web de Berners Lee).

Creo que esta reflexión pone el cambio más a mano de los que, como nosotros, no pretendemos descubrir nada, pero a lo mejor se nos ocurre una combinación diferente o relamente nueva que cambie a mejor el modelo existente, o una partecilla minúscula de él en nuestro pequeño micromundo…

Al menos podemos intentarlo… o no. Lo cual me lleva a la segunda frase que me llamó la atención de la presentación, es de W. E. Deming y dice (en una traducción libre de las mías :-)) algo como:

«No es imprescindible cambiar, sobrevivir no es obligatorio»

¡Esa me encanta sin comentarios!

Por cierto, la ppt de Wiley

Education needs to change? / ¿Debería cambiar la Educación?

George siemens, en su blog ha pedido ayuda y ha lanzado tres preguntas que pide a todos los que le oímos, que respondamos.
Como podréis imaginar, yo me apunto a un bombardeo y he dedicado un tiempecito (limitado a 15 minutos) para responder a sus preguntas.
Perdón a todos los que ya aguantáis mi castellano por el destrozo que hago con el inglés también 😉

My answers:

1. Does education need to change?

Definitively. We need a change in the whole concept of formal education. If we think on the needs of our students as people, as students, as citizens, as professional and we think in the needs of our society (in the wide sense of this word) as well, we have to change it.

2. Why or why not?

Because of the current system of formal education only works for very few people, probably, because any educational system works for these few people; BUT there is a very big amount of individuals and communities around the world for whom our system has failed, in the poor countries as well as in the rich ones.

Basically, we expect than education help us to live better in our world (from any perspectives) and give us the minimum “cultural salary” to be happy in our society (in the case of basic education, K-12), and the professional preparation to be suceesful in the society (at any personal level of success). And if we see around us we can see than this is only a wish. It isn’t the reality of the majority of people for many reasons.

In my humble opinion the current system of formal education:

  • DOESN’T Understand and integrate in the basis of the educational processes concepts as multiculturalism, community, collaboration, collective, etc. which are crucial to confront some basic processes of survival in society, especially in our current and future societies.
  • DOESN’T believe students are capable to think “properly” by themselves. Teachers as well (we have full basic texts for our classes from editorials… or full LO sets from editorials)
  • DOESN’T Appreciate that at school is NOT more important recover data “for the future”, than learn how to understand and practice to think.
  • DOESN’T assume than the school is one of the first spaces to think in the life… Internet (and the “real life”) is much better to recover information.
  • DOESN’T Help people on it, to work together (students, parents, teachers). Consequently sometimes they are working against each other: teachers are surviving students and parents, students want go out from school ASAP surviving teachers and parents, and so on.
  • DOESN’T prepare people to solve appropriately problems. Our system (we, I’m a part of the system) prepare people to answer predetermined question, but sometimes they don’t know how find the right questions to answer.
  • DOESN’T support and encourage experiences of new perspectives of school at school. Curriculum, in our systems, is not a mechanism to build dynamically or collaboratively the school, is a straitjacket to force us to continue doing the same.
  • It is plenty of burocracy and useless mechanisms which make more slowly our answers inside.
  • BUT, on the other hand

  • It is full of people who know that we need this change.
  • It is tired to be the last.
  • It is more and more formed by connected people who interchange and share new ideas.
  • 3. If it should change, what should it become? How should education (k-12, higher, or corporate) look like in the future?

    This is more difficult. I don’t know the future and I’m really bad predicting.

    It will change for sure, I don’t know if it will change in the direction we need, but if it doesn’t change, may be it will disappear.

    If we change on the direction to solve the lacks I have mentioned before (and more than I don’t see, or don’t remember now), may be the school will become a community of learners more than a factory of consumers. A place to think, to explore, to understand, to discuss… It will be part of our PLE, the “formal part”.

    It would be local and global, doesn’t differentiate clearly between e-learning and on-site learning , formal, non-formal and informal contexts to learn would be a continuum interrelated explicitly and valuable each other.

    May be it wouldn’t change… BUT this is a very pesimistic thought, and education is an optimistic concept. We have to be optimistic.

    De las tecnología y otros demonios…

    Este título (paráfrasis evidente de un libro de García Marquez que me gusta mucho, como la mayoría de los suyos) siempre me ha gustado; porque revela como casi de todo se puede hacer una esperanza o un temor, del amor incluso.

    De hecho, hace unos años escribimos Mª Paz Prendes y yo un documento sobre brecha tecnológica y exclusión social al que titulamos de la misma forma y en la primera parte del mismo decíamos que siempre, sea la tecnología que sea y sea el tiempo que sea, nos vemos en la dicotomía social de los tecnófilos y los tecnófobos. De los que creen (emos) que la tecnología «nos salvará» y los que creemos que nos llevará a la «perdición». Siempre andamos entre el bien y el mal, parece que nos encantra esa dicotomía…

    Ando leyendo un documento que me ha pasado Jordi Adell (mi anfitrión durante este tiempo que paso en la UJI), y que se llama «Their Space: Education for a digital generation (disponible en red)«, elaborado por Hannah Green y Celia Hannon, y publicado por DEMOS (al que tendremos que dedicar otro post) el año pasado, 2007.

    El susodicho documento, intenta analizar qué es verdad y qué es mito en la realidad de los jóvenes en el mundo de la tecnología… o mejor, qué es verdad sobre los jóvenes en su espacio (con y sin tecnologías), cómo es y qué exige de ellos y de los demás que pretendemos hacer de su mundo educativo un mundo más adaptado a ellos. Uno de los ejes centrales del análisis que hacen las autoras gira en torno a los mitos y malos entendidos respecto de la relación jovenes-TIC, tanto en el sentido del «pánico moral», como de la «fe digital» (otra vez la misma dicotomía). y los enuncian de la siguiente manera:

    Los Mitos:
    Pánico Moral:

  • Internet es demasiado peligrosa para los alumnos.
  • La cultura «basura» está envenenando a nuestros jóvenes y empeorando sus vidas.
  • No hay aprendizaje en la red y sólo consume un tiempo excesivo y precioso.
  • Hay una epidemia de plagio en las escuelas como consecuencia de Internet.
  • La gente joven está desconectada del mundo real.
  • Estamos asistiendo a la creación de una generación de consumidores pasivos.
  • Fe Digital:

  • Todos los juegos son buenos.
  • Todos los jóvenes son nativos digitales.
  • La justificación de estos enunciados como mitos es francamente interesante -evidente a veces- pero las «pruebas» siempre nos han gustado.
    Como dijimos hace tiempo «De la posesión demoníaca de Sierva María (la del libro de García Márquez) muchos tenían pruebas irrefutables, otros tenían evidencias de la inexistencia de dicho maleficio… al final lo menos importante de la historia es si estaba o no poseída por el demonio, pero sí cómo su realidad estaba determinada por un sinnúmero de factores contextuales y condicionaba a su vez el desarrollo de todo a su alrededor. Tal parece que a las nuevas tecnologías hoy también les temamos y las amemos en la misma proporción… a lo mejor tenemos pruebas de sus terribles consecuencias o puede ser que seamos conscientes de sus enormes posibilidades… en cualquier caso parece que, como Sierva María, están condicionadas por su nacimiento y desarrollo y a su vez hoy condicionan todo lo que se mueve a su alrededor; en últimas parece que, como a la niña, hemos decidido no cortarles el pelo y dejarlas crecer indefinidamente…»

    A decir verdad, no se si lo hemos decidido o no, pero que crecen, crecen; y si queremos seguir aquí, a su lado, y serles de utilidad a los jóvenes en su proceso educativo ahora, no podemos perderles de vista con dicotomías simplistas.

    ¿Qué podemos hacer? Las respuestas que proponen las autoras del texto, son francamente interesantes. Dicen que las apuestas de futuro de las escuelas tienen que ir encaminadas a tres focos de inversión básicos:

  • Reforzar y enriquecer la relación que tienen los alumnos con su experiencia en la escuela formal. Ir a la escuela tiene que ser importante, inspirador y estar cargados de significados que entienda el estudiante.
  • La escuela tiene que comprender profundamente cómo se mezcla el tejido social que el alumno tiene fuera de la escuela (familia, amigos, iguales), y cómo influye en su aprendizaje.
  • Deben llevarse a cabo estrategias de unión del mundo de lo informal y lo formal en el aprendizaje, de manera que sea visto por el propio aprendiz -y por la escuela- como un continuo interdependiente que se enriquece mutuamente.
  • O eso, o ignorarles y seguir por «nuestro» camino. Eso sí que nos convertiría en inútiles, y probablemente sea este el peor demonio que nos aceche.

    The Tower and The Cloud

    The Tower and the Clowd Hace unos días twiteaba (si, también twiteo –lindacq-… tengo casi todas las adicciones 2.0 ;-)) el enlace a la nueva publicación de EDUCAUSE: The Tower and The Clowd (está enteramente disponible en la red).
    Se trata de un libro en el que Richard N. Katz (Vicepresidente de EDUCAUSE y director del centro de investigación aplicada de EDUCAUSE) recopila una selección de capítulos, firmados por profesionales de diversas universidades, y prologados nada más y nada menos que por Diana Oblinger, en los que se aborda el cambio que se ha venido produciendo en la educación superior al hilo de los cambos sociales y tecnológicos de los últimos tiempos; y ya puestos en faena se hacen algunas previsiones y se marcan las líneas que deberían seguirse en el marco de dichos cambios, para conseguir que la univesidad se incorpore activamente a lo que llamaría Saez Vacas «El Nuevo Entorno Tecno-Social».
    Una vez leido el libro, decir de él que, para alguien que quiera una panorámica de los cambios que ha habido en los últimos años –evidentemente con el ojo centrado en Estado Unidos- puede estar muy bien. Ahora, es un libro que centra sus intereses en el modelo de negocio de la universidad (no olvidemos la naturaleza de la universidad en Norteamérica y sus diferencias con los modelos europeos y con el español en particular… esperemos que por mucho tiempo!) y en los cambios a nivel tecnológico que ha habido y están sucediéndose en ella.
    No obstante, el tratamiento del tema educativo es, a mi gusto (y para gustos la paella), un tanto superficial… se vuelve a las grandes frases, ya conocidas y a veces un tanto «manidas», pero siempre con la perspectiva del alumno como cliente que recibe un servicio, y en consecuencia dicho servicio DEBE amoldarse a lo que ese cliente requiere en ese momento social (o económico). Y creo que ahí se queda corto. Pero no este libro… estamos TODOS muy cortos aún.
    Por diversas razones, uno de mis principales intereses desde que empecé en esto de la Tecnología Educativa, es la incorporación de las tecnologías en la enseñanza universitaria. NO de la tecnología en la universidad, que aunque ayuda no hace ni la mitad del trabajo, sino de esas tecnologías en el día a día de profesores y alumnos que aprenden.
    En ese marco, y a raiz no sólo de leer The Tower and The Cloud que, insisto en que puede resultar bastante intresante para una visión menos parcial que la mía (y además me encantan las ilustraciones), he estado revisando cuanta publicación sobre Universidad y Nuevas Tecnologías se me ha pasado por delante en los últimos años y sigo echando en falta lo mismo: más propuestas curriculares.
    Las estrategias de innovación pasan casi siempre en primer lugar por planes de incorporación tecnológica de enorme calado y con un planteamiento a corto y medio plazo que parece bastante «serio», bien. Además, la cada vez mayor consciencia de los procesos de educación no-formal e informal como básicos en la educación a lo largo de toda la vida, me parece fenomenal. Pero se sigue quedando coja la propuesta curricular… una seria, una en Serio, una de verdad, una que deje los eslóganes y haga acopio serio de buenas prácticas, una clara que abra espacios en donde las universidades o sólo exhiban la cantidad de recursos que tienen, sino en las que digan: y hemos cambiado esto, así.
    Yo creo que entre la Sociedad Desescolarizada y la Universidad que tenemos, tiene que haber mejores opciones… yo ando buscando… ya veremos.

    La Cuarta metáfora: Web 2.0 Storytelling

    En el último número de la revista de EDUCAUSE (Noviembre-Diciembre de 2008)ha salido un artículo de Bryan Alexander y Alan Levine que me ha llamado la atención.

    Lo han titulado «Web 2.0 Storytelling: Emergence of a New Genre» (disponible en pdf) y en él los autores hacen una incursión en la posibilidad de crear/contar historias a través de las herramientas de la Web 2.0.

    ¿Qué tiene de particular? ¿por qué me ha llamado la atención?
    Pues, además de por quienes son sus autores, porque exploran el tema bastante «en profundidad», ponen ejemplos, proyectos, sugieren herramientas específicas y herramientas generalistas que nos pueden dar ideas (¿imagináis contar una historia entre todos a través del twitter por ejemplo?… si, a modo del poema surrealista de Carles Bellver); además de todo eso, porque inciden en la idea del uso de Internet como herramienta de creación colectiva y en colaboración.

    Es decir, después de las 3 metáforas propuestas por Jordi Adell en su artículo de 2004, alguna vez en otros líos hemos reparado en que habría más usos sociales de la web… e incluso habría una «Cuarta Metáfora», que es precísamente en la que encajaría el recuento de historias de Alexander y Levine. Una Cuarta Metáfora en la que se va más allá de leer y comentar lo que hacen otros, o en publicar lo que producimos, e incide en la menor propiedad de lo que hacemos y en la posibilidad de crear cosas con otros a partir de pequeños trozos aportados por cada uno. Aquí encajarían realmente los fenómenos como la wikipedia (y todos sus allegados), como Xtimeline, o el storytelling 2.0.
    No se trata de que el StoryTelling sea la metáfora, sino que sería un ejemplo de la utilización de Internet en ese sentido.
    Eso sí, requiere cambios en muchos de los presupuestos básicos de lo que hacemos en el aula. Porque para que los alumnos estudien sólo lo que les decimos, o lo que ven en los recursos que NOSOTROS creamos, o para que sigan presentando sus trabajos indivudalmente sobre asuntos que no requieren creatividad ninguna, sino que reproduzcan el «conocimiento vigente»… no, para ese viaje no necesitamos esas alforjas.