8 años de EABEs y Novadors… versos sueltos

Hace un par de semanitas tuve el inmenso privilegio de acercarme una tarde a participar del EABE 2017 en Almería. Hacía 4 años que no iba (sí, desde que fui embarazada de Raquel), pero Manolo (Manuel J. Rubia) me preguntó si me apetecería participar en una mesa redonda, y yo acepté sin dudar.

La participación en esa mesa redonda, aparte de las reflexiones que hemos tenido en este último año en el marco de Novadors (y que merecerían más de un post… de los que espero escribir alguno) y algunas de las cositas que he hecho este año, me hicieron pensar en algunas cosas. No las puedo ordenar, ni siquiera sé si son realmente importantes, pero han quedado resonando en mi cabeza y me gustaría mucho compartirlas:

Lo primero de todo es que al llegar a EABE 2017 volvieron a mi cabeza, apelotonados, montones de recuerdos felices, de mis primeros EABE, de mis primeros Novadors… y recordé un montón de cosas sobre todos nosotros.

Hace diez años, los que íbamos a EABE, a Novadors, teníamos esas caras que yo veía en EABE en aquellos que venían por primera vez o aquellos a quien no conocía (y que veo en quienes nos acompañan por primera o segunda vez en Novadors), no son tan distintos… son apasionados, les encanta su trabajo, saben que algo no va bien y quieren buscar caminos para recorrer.

Algunos de ellos sienten que este “encuentro” es su oportunidad de conocer a otros “tan frikis” como ellos (los entrecomillados son frases que oí en EABE y en Novadors hace 2 semanas y eran casi iguales a las de hace 8 años), es su oportunidad de “sentirse acompañados”, de conocer gente, de oír ideas nuevas… … son como nosotros… como éramos nosotros entonces…

Sigue habiendo ese colectivo de personas que sienten eso y que necesitan de esos momentos para seguir buscando… siguen “desvirtualizando” personas (los del Twitter que, como dice Vicent Campos, cuando se ven por primera vez, primero gritan y después se abrazan)… siguen necesitando calorcito.

Después estamos los que llevamos 8 años –y más- en estos “saraos”. Seguimos siendo los mismos… nos sigue apasionando lo que hacemos, la mayoría hemos sobrevivido al ego de demasiados espejos. Creemos que estamos de vuelta de algunas cosas y estamos muy resabidos (resabiados que diría mi abuela), después de muchos tumbos, decepciones, vueltas, intentonas, etc. Muchos seguimos donde estábamos, pero de nosotros, los “mayores”, me llaman la atención dos fenómenos principales.

El primero, una reflexión que me hacía Jose Mª Ruiz Palomo en Madrid el año pasado. Muchos de los que entonces –hace 8 años- eran “frikis”, “solitarios”, “francotiradores”, “disruptivos al margen de la ley”, hoy son parte de equipo directivo, si no directores, de sus centros. Algunos han dejado de ser “los raros” y ahora son fuentes de inspiración….
¿Eso es que nos estamos (“se están”) aburguesando? Puede (¡es broma!), pero también tiene otra lectura (que es la que me hacía, lúcido como siempre, Jose Mª): cuando te das cuenta de que ir en solitario no es suficiente, de que la unidad del cambio es la escuela (no el profe, no tu clase), entonces decides que tienes que mojarte y cambiar… hacerte cargo y comprometerte… y ese cambio de perspectiva hace que aprendamos mucho (como dice Toni Solano), dicen que se han dado cuenta de mucho que no es “tan sencillo” desde dentro, que no basta con quererlo, y llega un punto en que tampoco basta con abrazarnos, ni con ir a los saraos (como dice Lola Urbano). Por eso se han comprometido y están articulando propuestas realmente bonitas en centros de toda España… a pesar de la que cae… ellos, los francotiradores de entonces, hoy son “jefes de escuadra” (hay muchos ejemplos, repasad listas y veréis).

De los “mayores” de EABE también he notado que estamos llenos de dudas, dudas que nos asaltaron a Novadors hace más de un año. Los que venimos y participamos desde hace tanto de estos eventos (y no somos trolls dedicados a insultar a los colegas), creo que somos conscientes de la importancia que tienen estos eventos para otros profesores… sobre todo para los nuevos, para los que empiezan a tener su red entre nosotros… los resultados, afluencia y ambiente de las ediciones de cada año nos lo confirman.

Sin embargo, a muchos de nosotros tener un colectivo que solo se dedica a organizar este evento anual (o incluso un par más en invierno), empieza a no satisfacer del todo nuestras necesidades, no es suficiente.

Lo oí de algunos compañeros “clásicos” de EABE cuando se planteaban si volverían o no el año que viene (Si, José Luis Castillo, tu eres un clásico jeje), y lo hablamos largamente los miembros de Novadors el año pasado…

Tengo que decir que cada colectivo es muy diferente, somos muy parecidos pero distintos también. Sin embargo, esa “inquietud” sobre cuál es -después de 10 años- nuestro lugar en el mundo, debería provocar que demos nuevos pasos y exploremos caminos nuevos, diversos… igual más arriesgados. En el caso de Novadors ha provocado que no lleváramos a cabo Novadors 2016 (aunque teníamos programa y audiencia) y que decidiéramos pensar con calma y reubicar la línea de horizonte…  Ahora creemos que tenemos uno y vamos a hacer Novadors 2017 además de hacer cosas diferentes en el seno de Novadors (espero que os contemos más, pronto). Pero además entiendo que esa sensación puede provocar en todos estos colectivos, discusiones de fondo que espero sinceramente que nos hagan… eso, reubicar el horizonte.

Esto son solo mis pensamientos (provocados y adornados por amigos que son más listos que yo). No soy la portavoz de nadie. Pensé alguna cosa más… pero creo que por este post es suficiente…

Solo una cosa más, bueno dos… Una: Somos muy parecidos y muy distintos. Cada uno de estos eventos (Ciberespiral, Novadors, EABE, Aulablog y más…), de estos colectivos, se han ido afianzando como foros de conversación, de charla, de desahogo, para gente a la que le apasiona lo que hace, al punto de usar su tiempo libre para intentar hacer algo mejor en ello… en este caso, en educación. Pero, aunque somos parecidos, cada uno de estos colectivos y eventos, se ha impregnado de la personalidad –incluso del “espíritu regional”- que les rodea… somos diferentes… no podemos evolucionar igual…

Y dos: yo sigo estando aquí, y sintiéndome orgullosa de ver este fenómeno desde tan cerca y de intentar formar parte de él. Hace años, gracias en parte a mi ingreso en Novadors y a mi actividad en Twitter, tuve el privilegio de empezar a tener una relación más que cercana con redes de profesores a lo ancho y largo de toda España, una relación que se mantiene en el tiempo y que supera con creces los límites de lo que se considera profesional o académico. Hoy, tantos años después, sigo teniendo en esa relación una conexión preciosa que me sirva de “toma de tierra”. He aprendido mucho, sigo aprendiendo mucho… y nos esperan tiempos desafiantes… más incluso que los que han pasado… habremos de seguir pensando…

Faena… pensar… bueno, y batirnos, que siempre queda batirnos…

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